¿No sirve tampoco el partido “Escaños en blanco”, que también se compromete a dejar los escaños vacíos?

El fin de nuestra propuesta es deslegitimar nuestro Sistema partitocrático.
No es vaciar escaños ni enviar “políticos al paro”, que son los objetivos visibles de ese partido.
Según su manifiesto, su pretensión es “presionar a la clase política y a sus partidos para que se esfuercen mucho más en desarrollar su actividad con ética y respeto”.

Es decir, no pretenden deslegitimar el Sistema. Sólo es una forma de voto protesta, vaciando escaños, para que los políticos y los partidos actuales sean unos amos más amables.
Algo inútil, porque no tenemos sólo un problema de partidos ni de políticos. Es un problema de Sistema, un Sistema político que precisamente impide toda posibilidad de gobernar a esos políticos y partidos que desarrollarían su actividad con ética y respeto.

Si fuera un problema que se pudiera solucionar sin tocar el Sistema, cambiando de partidos o políticos, entonces poco sentido tendría vaciar escaños. Votaríamos directamente a otros partidos distintos para que los ocuparan.

Nuestra propuesta pretende apoyar la construcción de un nuevo Sistema político, democrático, y que garantice los derechos fundamentales de las personas. Para lo cual el actual Sistema tiene que terminar.
Es decir, la nuestra es una opción antisistema. “Escaños en blanco” no es antisistema.

Y además, es un partido.