No hay democracia

¿Por qué decimos que no hay democracia?


Porque, entre otras lindezas, en nuestro Régimen tenemos:

1) Una Constitución que:

  • No garantiza los derechos fundamentales de las personas (menos aún desde su última reforma -art. 135-, que prioriza los intereses económicos a las personas).
  • No garantiza la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones, limitando la participación política a los partidos, organizaciones que, por su propia naturaleza, son destructoras de democracia (art. 6).
  • Impide la Separación de Poderes (arts. 99, 122, 136, 159).
  • Establece mecanismos de discriminación (circunscripciones) contra las fuerzas políticas pequeñas o emergentes (art. 68.2).
  • Impide que los ciudadanos controlen su cumplimiento al dejar esta misión en manos de órganos políticos (Tribunal Constitucional, art. 159).
  • Impide que los ciudadanos puedan exigir a los políticos el cumplimiento de sus programas electorales (veto del mandato imperativo, art. 67.2).
  • Establece la Monarquía como forma de estado (art. 1).

    2) Una Ley Electoral que:

    • Incluye mecanismos discriminatorios contra las fuerzas políticas pequeñas o emergentes: circunscripciones (art. 161), umbral mínimo de votos (art. 163.a), método D' Hondt (art. 163.c), recogida de avales (art. 169.3).
    • Incluye la Censura de forma legal, al distribuir los espacios mediáticos discriminando, otra vez, a las fuerzas políticas pequeñas o emergentes (art. 61 y otros).
    • Discrimina hasta en la financiación, regalando dinero de todos los ciudadanos a los partidos que ya están en el Poder (art. 175).
    • Ignora la abstención (la democracia debe ser participada, si no lo es, algo está funcionando mal, por lo que la abstención no puede ignorarse).
    • Discrimina a los votantes en blanco al no asignarles representación en escaños vacíos (art. 163.b, incumpliendo hasta la propia Constitución, art. 14).

    3) Unos grandes medios de comunicación que, con una campaña de propaganda permanente, 24x7, cada día, todos los días, desde hace ya más de 35 años, a favor de un grupo de partidos políticos determinados, repitiendo hasta la saciedad los mismos mensajes sobre los mismos partidos, una y otra vez, y discriminando (censurando) a las demás fuerzas políticas (pequeñas o emergentes), condicionan el voto de millones de españoles -a más presencia en los medios, más votos, es para lo que sirve la publicidad-, los suficientes como para garantizar las mayorías a ese grupo reducido de partidos del Sistema.
    Es decir, el Poder Mediático está por encima del Poder Político.

    4) Una financiación privada (donaciones, préstamos) desproporcionadamente desigual que desequilibra todavía más las posibilidades a favor de ese mismo grupo reducido de partidos.
    Es decir, el Poder Político está subordinado también al Poder Económico, en lugar de a los ciudadanos.

    En definitiva, que el Régimen está blindado: no hay forma de superar todas estas barreras, colocadas contra las fuerzas políticas alternativas, y democráticas, que podrían suponer una amenaza electoral al Poder establecido.
    Salvo, naturalmente, para los propios partidos del Régimen, que, apoyados por campañas propagandísticas continuadas propias de regímenes totalitarios, sí pueden superarlas.

    Decenas de potenciales candidaturas antisistema han fracasado ya en el intento, estos 35 años de Partitocracia. Y seguirán fracasando, porque, sencillamente, si no hay democracia, no pueden ganar.