No necesariamente.
Las barreras antidemocráticas del Régimen no son iguales en
todos los procesos electorales. En algunos son más débiles.
Concretamente, en las elecciones municipales (las menos
importantes), no hay circunscripciones.
Y en pequeños municipios, donde se conoce todo el mundo, el
poder mediático casi desaparece.
En estas condiciones sí se pueden realizar unas elecciones
suficientemente democráticas.
Así que, en los municipios pequeños, si los vecinos quieren
cambiar las cosas y tienen la posibilidad, es mejor que directamente se
organicen y presenten una agrupación de electores a las elecciones, pero
ocupando los escaños.
Sin embargo, hay que tener cuidado con el espíritu bajo el
que se presenta esa candidatura electoral. No se trata de conseguir una mayoría
de votos para imponer la voluntad de unos vecinos a la de otros. Se trata de
conseguir una mayoría de votos para generar unas condiciones sociales y
políticas en las que se garanticen los derechos de los más desfavorecidos y un
gobierno democrático en el pueblo. Se trata de actuar en base al respeto a los
demás, la convivencia, la solidaridad.
Una candidatura ciudadana que actúe centrándose en la
imposición, aunque sea respaldada por una mayoría de vecinos, será más de lo
mismo.